jueves, 25 de agosto de 2016

[02/08 21:41]

 Ayer nos quedamos dormidas en Viena, y hoy hemos despertado en Venecia. Son las 8.00 AM de un martes de labor. En la Ciudad de los Canales, se cruzan lanchas motoras que descargan mercancía. Estamos en lo que fué el mayor enclave comercial entre Oriente y Occidente. En breve llega la especialidad  italiana: los negocios. En sus callejuelas vemos el trajín de los vendedores, que van y vienen arrastrando carretillas y gritando en italiano a los turistas que obstaculizan su paso.
En una ciudad con calles donde si extiendes los brazos tocas dos paredes, todo hay que cargarlo a pulso llevándolo del muelle a la tienda, sin vehículos a motor. Incluso para una emergencia, la ambulancia es una barca amarilla y naranja con una cruz roja. Y los taxis aquí se llaman góndolas.
Son las 9.00 AM y cada uno esta en su sitio. El  orden es: los comerciantes en el mostrador con el almacén lleno, y los turistas en la calle mirando los escaparates con deseo.
Hoy como ayer. Así era Venecia en tiempos de Tiziano y Tintoretto y así la hemos encontrado nosotras para conocer, en vivo y en directo, los paisajes urbanos que ellos pintaron.
Al llegar a la plaza de San Marcos -que gracias a Dios no estaba inundada-, lo primero que hemos pensado en comprar, ha sido una mascara de carnaval para tapar las ojeras. ¿Sabíais que Napoleón prohibió el carnaval veneciano porque la gente conspiraba contra los franceses aprovechando el incógnito? Nosotras hemos hecho lo mismo para lograr entrar en el baño sin que nos cobraran. Pero los venecianos destapaban todas nuestras tramas...
Al terminar las 9 horas de visita, hemos salido del puerto en barco hasta el parking del bus, con la canción de Hombres-G en la cabeza y el jersey a rayas, que varias chicas se han puesto para las fotos que van a colgar en Instagram.
Ya estamos en el tramo final de nuestro viaje. Marco Polo salió de Venecia hacia la China y nosotras hacia Zaragoza. Igual, igual. Hoy como ayer.
[01/08 16:15] 

 Ayer a las 20.00 nos subimos al bus y, desde Cracovia, volvimos a tomar el curso del Danubio que nos trajo a Viena a las 4.00.
Hoy a las 10.00 ya estabamos en pie. Duchadas nos hemos visto mas guapas que Sisi emperatriz para visitar la Viena de la música de Mozart y Strauss, la Viena imperial de Francisco Jose I, la Viena del arte de Klimt, la Viena intelectual de Freud y Viktor Frank. Y, para las más pavas, la Viena Conchita Wurst, la mujer barbuda que gano Eurovision... ¡Que bajón!
En esa Viena vamos a estar 18 horas para hacer turismo y compras. Bueno compras, compras no, mas bien comprar algún detalle para las mamás. Para eso hemos entrado en el palacio Dorotheum, la primera casa de subastas del mundo, pero nuestros bolsillos no estaban preparados...  Aunque una madre se  merece mucho más, os tendréis que contentar con un imán para la nevera con una foto de la Opera.
Ahora estamos en el restaurante de los Arcos Dorados. Para animarme prefiero llamar así al "Mc Donalds" ¿Quien quiere tarta Sacher con café Vienes cuando puedes tomar un Mc Flurry de Kit-Kat? Al llegar había otro grupo de peregrinos españoles y todo el restaurante le hemos cantado cumpleaños feliz a Sofia. Igual nos contratan para el coro de la filarmónica y damos un recital en el concierto de Año Nuevo...
Bueno, hasta aquí me alcanza la WiFi de hoy. A las 22.00 volvemos al bus. Mañana nos veremos en Venecia.
[31/07 21:15]

 Resumiría este fin de semana en la JMJ, con un cartel y unas banderas.
Mientras peregrinábamos al lugar donde íbamos a encontrarnos con el Papa, pasamos por una cantera. En una grúa alta había colgado un cartel enorme que decía: "nosotros trabajamos rompiendo piedras, el Papa rompiendo corazones de piedra" Y así ha sido por ejemplo, con el jefe de un hotel. Un grupo de peregrinas de México llevaban una semana en el camping donde rodaremos la nueva de Rambo y otros cortos de cine bélico. Imaginaos la mugre y el olor a calcetín de deporte usado que tenían encima. Como la necesidad aguza el ingenio, el sábado por la mañana quisieron reservar una habitación de hotel para usar la ducha y el baño. Iban preguntando y nadie "daba posada al peregrino"como dice una de las obras de misericordia... Hasta que en uno, el jefe les dijo. ¿Habéis venido a ver al Papa? Pues  esperad un momento. Y al cabo de un rato les llevaron al gimnasio del hotel y les dejaron las duchas. Pero eso no fue todo. Una vez limpias hicieron también lo de "dar de comer al hambriento" y les invitaron a almorzar. ¡Ese jefe sí que es una piedra bien pulida!
Como habréis visto en la tele cada grupo de jóvenes llevaban banderas su lugar de origen. Las nuestras llevaban de España, pero cuando no y les preguntaban "Where are you from", decían de Logroño. Daban por supuesto que todo el mundo sabría cual era su nacionalidad, como ocurre si dices Washington o París. Pero volviendo a las banderas, con la que me quedo ha sido con la de Francia al lado de la de Irán. Eran dos grupos de peregrinos juntos. Cosas así solo se ven en torno al Papa, porque donde esta él hay unión.
Bueno podríamos seguir contándoos cientos de cosas. Yo creo que en septiembre tendríamos que quedar vosotros y las chicas en Ayedo y, con las fotos, revivimos estos días. Ya os diremos la fecha pero sera imprescindible acudir con el pelo grasiento, habiendo dormido 4 horas y con los zapatos llenos de barro. Cenaremos tarrinitas de Nutella con pan, que es lo que mejor nos ha alimentado estos días.
29/07 20:03]
 ¿Que voy a escribir para haceros participes de lo que estamos viviendo?
Estamos sucias, mojadas, con sed, con calor y vuestras hijas rebosan alegría. La alegría que tiene quien se deja exigir por lo que nos dice el Papa.
Pero no quiero sermonearos, que podéis descargar de internet todos sus discursos...
Paso a describiros el camping en el que estamos.
¿Habéis visto "Rambo, tortura total en la selva de Vietnam"? Yo tampoco, porque no existe. Pero estoy pensando en rodarla con el camping como único escenario. Sin necesidad de retoques, ni efectos especiales, ni actores extras. Tenemos hasta helicópteros sobrevolando con frecuencia. Eso explicaria lo de "Rambo" y "selva de Vietnam" del titulo. Y lo de la "tortura total" lo diría porque a las 6:30 AM había una cola como de 200 peregrinos para las duchas y no hemos podido usarlas. Como mañana sea igual, con la humedad que hay volveremos a casa con musgo en la piel.
Tampoco hemos podido ir a Czestokowa, pero hemos rezado igualmente por todos en el Santuario de San Juan Pablo II.
Ahora acabamos de terminar de hacer con Francisco el Vía Crucis repasando las obras de Misericordia.
El paisaje que tenemos es banderas de todos los países, universalidad, y jóvenes, jóvenes y más jóvenes con una sonrisa de oreja a oreja.
[28/07 16:44] (Aprovechando WiFi y enchufe)

Ya estamos a punto de llegar a la ciudad en la que San Juan Pablo II fue obispo, Krakow.
Durante seis horas hemos tronchado Eslovaquia, así tal cual, con el bus desde Hungría hasta Polonia.
Nos ha costado entrar porque en la frontera había mucho control. Un policía que era como el negro del Equipo A pero en albino, se ha subido al bus a pedirnos los DNI con cara de muy pocos amigos. Luego se ha llevado a un furgón a nuestra jefa de grupo y al chófer durante 15 minutos. Después de tenernos con la respiración ventilando ha dicho que eramos un grupo muy simpático y que bienvenidas a la SDM (JMJ en Polaco). Mientras el bus arrancaba todas las chicas se han pegado al cristal para despedirse del poli-armario que ha cambiado el gesto por una sonrisa mientras nos decía adiós con la mano.
Camino a la ciudad en cada pueblito que hemos pasado, había banderas del vaticano y carteles de bienvenida al Papa, con que imaginemos como estará Cracovia.
Al llegar vamos a descargar las mochilas en nuestro camping y de allí iremos al palacio episcopal para darle las buenas noches al Papa. Queremos que se asome a la ventana de su habitación para decirle "Esta es la juventud del Papa" Gritaremos bien fuerte de parte de todas las familias de este chat.
Mañana en Czestochowa, rezaremos aun más por todas vuestras necesidades, a la Virgen de las dos heridas, que tanto consoló a Polonia durante la invasión nazi y la dictadura soviética.
[27/07 20:40] 

 Nos hemos levantado con el Danubio fluyendo en vertical de arriba a abajo. Llovía con saña.
El voluntariado se ha suspendido y hemos dedicado la mañana a pintar una pancarta.
Vamos a recibir a Francisco con el lema "online con el Papa"; y con el emoticono de llorar de risa, dar un besito, los ojos de corazón y guiñar sacando la lengua... Así de adolescente, dirán algunos. Así de autentico, dirán ellas. Así de cariñoso, diremos ambos.
Auténtico ha sido el discurso de despedida de nuestra amiga concejala-directora de escuela. Nos ha convocado en la Biblioteca con un grupo de niños del pueblo. Y nos ha dicho"Nunca antes en Kismaros hemos tenido jóvenes haciendo voluntariado. Quiero que estos niños se queden con vuestro recuerdo, para que cuando crezcan también sean solidarios" Y después nos han regalado unas piedritas que ponían "Kismaros" escrito por ellos.
Conmovedor, dirán algunos. Súper emocionante de pelos de punta, dirán ellas. Para no olvidar nunca, diremos ambos.
Después nos han enseñado el museo de la historia del pueblo. Una casita con tres habitaciones abigarradas de fotografías y objetos antiguos. En 16 metros cuadrados, pasabas del año 1880 al 1985; ibas desde el listado de soldados "úsares" llamados a filas para la guerra austro-prusiana, hasta una insignia con la estrella comunista; pasando por una tejedora, una cuna de bebe, un casco de la primera Guerra Mundial y pendones de vainicas para la procesión del Corpus.
Ese caos de cosas mezcladas parece también nuestra maleta para Cracovia. Hemos visto fotos del camping de allí y tenemos claro que vamos a la aventura.
No podremos cargar los móviles, así que tal vez haya que interrumpir las crónicas hasta que pillemos, además de una WiFi, un enchufe en el hotel de Viena. Pero procuraremos salvar batería para seguir en contacto.
También nos han llegado vídeos del ambientado en Cracovia. El Papa ya esta allí y nosotras en menos de 24 horas le vamos a conocer. 
[26/07 17:57] 

Este whatsapp es distinto a todos los que había enviado antes. ¿Por qué? Porque lo estoy enviando por el dispositivo Wireless Fidelity (vulgarmente conocido como WiFi o güifi) del castillo de Budapest, la mejor reliquia arquitectónica del Imperio Austrohúngaro. Lo notáis ¿verdad?
Hay quien colecciona postales de las ciudades que visita, y hay quien recuerda las ciudades, por los puntos de los que chupa internet guardados en el registro de conexiones inalámbricas.
El voluntariado de hoy ha sido un combo de acción solidaria+prueba de resistencia física. Estábamos a 30°C en la escuela, las de la pintura y a 31° en el parque de la biblioteca pública, las de la jardinería.
30° para pintar hace que se seque la brocha y se pegue a las vallas. Y 31° para podar rosales hace que el sol en la cara te impida ver donde están las espinas.
Unas tenemos las manos verdes como el Fairy, y otras los dedos  con puntitas de espino dentro que duelen al teclear, como en este preciso instante. Este es un whatsapp escrito con dolor, y esto también lo hace diferente.
Pero todo se olvida con la hospitalidad de los kismaritas (en caso de que ese sea el gentilicio de Kismarós). Mientras trabajábamos un señor nos ha traído limonada, una madre de familia pastelitos hechos por ella, otra señora ciruelas de su árbol... Se están volcando con nosotras.